Familia Sepulveda Paredes
Sobreviviendo en la Aldea Global
Por Gustavo Paredes
La familia Sepúlveda Paredes iniciada a fines de los 50 del siglo pasado, comenzó en Las Barrancas, de Santiago de Chile, en el terreno familiar de los Paredes Fuentes ... familia de fundidores y comerciantes del pueblo chileno...
La familia Sepúlveda Paredes, una familia de ocho miembros, se trasladaron a la localidad de Peñaflor donde el jefe de la familia, Pedro Sepúlveda, desarrollaba labores de obrero en la Fabrica de Calzado BATA Empresa surgida producto de la política de producción industrial nacionalista iniciada en el Gobierno de Ibáñez, a consecuencia de la crisis del fracasado modelo extractivo exportador de materias primas industriales, como el Salitre, la plata y el cobre, junto a la naciente agroindustria, desarrollo industrial avalado por la Corporación de Fomento para el desarrollo industrial.
La descendencia asumida por Silvia Paredes, la madre de esta familia obrera, fue de seis hermanos; Marco Antonio, Isabel, Pedro Enrique, Milagros, Jhon y Silvia, niñas y niños que se impregnaron de las ideas industrializadoras de la época, puesto que el hijo mayor, Marco Antonio, estudió en los colegios Salesianos y se graduó con titulo Técnico de Mecánico en Torno y Freza... con lo cual, después de cumplir su Servicio Militar,
instaló en la casa familiar de Las Barrancas un taller mecánico de torno y freza, empresa que se vio truncada el año 1973 producto del Golpe Militar en contra del Presidente Salvador Allende, gobierno popular que nacionalizó la Minería del Cobre, las Empresas de servicios estratégicos y parte de la banca Nacional, para beneficio de los trabajadores... Continuó sus estudios en la Universidad del Norte del País, donde se tituló como Dibujante Técnico.
La familia Sepúlveda Paredes, junto al pueblo trabajador, se vieron en la obligación de sobrevivir en el nuevo modelo implantado por la Dictadura militar y los Chicago Boys, jóvenes neoliberales que impusieron nuevamente un régimen de "desarrollo extractivista" neoliberal que denominaron "el Ladrillo"; para quebrar y entregar las empresas productivas nacionales a las Empresas Transnacionales norteamericanas y europeas, las que son dueñas y dominan la Banca Nacional, el mercado de productos y servicios chileno, en energía, comunicaciones, servicios sociales, salud, médicos, de previsión social, educación superior, transporte; junto a la agroindustria, así como los recursos naturales.
A pesar de las dificultades y todos los problemas económicos del momento, la familia siguió sobreviviendo con algunos pequeños negocios y servicios externos, junto al crecimiento natural de la sociedad y la familia, en matrimonios de acuerdo a la época, tanto consolidados y fracturados.
Posteriormente, en los años ochenta, siguiendo la idea del padre, Pedro Sepúlveda, que implementó en su casa un taller de serigrafía para prestar servicios de impresión en calzado a la modernizada fabrica de calzados Bata, los hijos, Marco Antonio, Pedro y Jhon Sepúlveda, se unieron en sociedad empresarial, para formar una pequeña empresa de servicios gráficos, diversificando de acuerdo a las nuevas realidades tecnológicas en electro-sellado y fabricación de productos electro y radio fundidos, para la industria minera.
Pero como todo empeño industrial nacional que compite con las transnacionales hegemónicas mundiales, que tienen el monopolio económico bancario industrial, avaladas por la clase política actual, no tienen el capital suficiente para sobrevivir en el mercado capitalista neoliberal que domina la sociedad, terminando los proyectos unitarios sociales empresariales del pueblo... se ven en la actualidad con proyectos individuales de sobrevivencia, en este siglo XXI de la tecnología y el dominio comunicacional de occidente.
Comentarios
Publicar un comentario